sábado, 20 de julio de 2013

La rebeldía que traemos sabe a cuerpo

Música linda y tú entre mis ojos y uno de los primeros cielos de noche de verano. Me besas la frente, la nariz, los labios, ¡desde este al revés tu sonrisa se ve también tan radiante! La rebeldía que traes me sabe dulce y toda repleta de cuerpo, de cuerpos...Horas después, durante un beso una mano entra en mi coño y no sé de quién es, y me encanta. No necesito saber: os oigo. Sé que vuestras manos me tocan y que vuestros gemidos me erizan la piel. La próxima vez abriré más los ojos.
Estiro mi cuerpo y alcanzo otro, que reacciona un poquito. Está en su ritmo y yo en el mio y nos buscamos un poquito, o yo lo busco. Siento vuestros ritmos distintos dentro de mi coño y esta mano se está poniendo fuerte y yo me estoy viniendo arriba. D se cruza al encuentro de esa boca roja y G me inunda en un momento: está encima de mí y yo muerdo un cojín para no gritar y ella me dice que grite. Grita. Grita. Grita. Os veo besaros y a gatas doy un rodeo mirando sólo piel y movimientos, y me paro detrás tuyo, quiero lamerte entera mientras tú te pierdes con ella, se me hace un juego lindo que algo en tu cuerpo te vibre y vaya resonando en otros cuerpos...

No quiero ser un todo
sino una parte de este todo entre todas,
colectivas.

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