viernes, 20 de marzo de 2015

I. Todo está tan nítido, si me gritaran ahora podría escucharlo.


[Resonando Los muertos no se asustan con la lluvia,
Carmen Juan, en Amar la herida (2014)]




Son las 7 en esta ciudad espesa y saturada y ya es Amar la herida.

Hay un espejo hecho del agua de esta tormenta y yo

puedo mirarlo ahora sin saltar a las profundidades de ese abismo
sordo, que todo lo amortigua, que todo se lo traga.

Las que van a morir solo se asustan con el dolor, con la droga con el poema. Miro, y no hay rastro de miedo no hay indicios

no hay sombras acechantes de ese vértigo-kamikace

esa sirena de toque de queda sonando a todas horas, llenando mi cabeza de pálido rojo nuclear, frío y metálico

magma de miedo rojo inundándolo todo a borbotones.

No hay ni rastro.
Soy una superviviente
Que busca a otras supervivientes.
Todo está tan nítido que puedo sentir los trozos minúsculos de barro seco clavándose en las plantas de mis pies. Si me gritaran en la distancia ahora podría escucharlo.

Tengo las manos vacías
Busco a mi hermano.









* Amar la herida es el primer poemario de Carmen Juan,
editado en 2014 por la Ed. La Bella Varsovia.

[Las frases en cursiva son de poemas suyos literales o adaptadas]


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